Bueno... se supone que esto debía empezar desde el comienzo, pero hasta ahora se me ocurrió, aunque no es del todo malo porque empezar contando sobre peleas, roces, broncas y demás, no pareciera ser la forma más adecuada de hablar de una banda de metal en sus primeras semanas de vida.
Iniciar fue dificil... cuando le dimos muerte a CROWNED empezamos de ceros en imagen, concepto y objetivos. No es fácil trabajar en una banda cristiana, más teniendo corazón rockero y soñador... así que lo primero que hicimos fue darle una ruta nuestro nuevo sueño un domingo 2 de Marzo en la casa de Felipe y su esposa, compartiendo lo que creiamos debíamos hacer. Creo que dos domingos más tarde nos reunimos a comprar un dominio para la página web y a dar las primeras pinceladas del logo, todo en secreto porque Logan había recién ingresado a la banda y las relaciones estaban tensas entre Carlos y yo, mientras que Oscar Lopez era un espectador de la inestabilidad de una banda que para él era prestada.
Felipe me obligó a hacer la paz con Carlos (gracias a Dios por eso) y ya reconciliados, a finales de Marzo estabamos hablando los tres CROWNED sobrevivientes, Oscar y Hector (quien entró a reemplazar a Karen) sobre SOULMOST TRUST.
SMT (me gusta llamarlo así) nació como otra cosa y todos estabamos de acuerdo en dejar atrás las experiencias agridulces de nuestro anterior proyecto, así que fue delicioso empezar a construir y marcar las pautas de lo que sería nuestra "filosofía de banda" (si es que tal cosa existe). Felipe se encargó de reescribir los temas y nosotros de acoplarnos con él con la esperanza de empezar a grabar ese anhelado "The art of redeeming", único vestigio que quisimos trasladar de CROWNED a SOULMOST TRUST, pese a las diferencias musicales que empezabamos a notar. Algo que recuerdo es la cara de emoción de todos cuando fuimos a Audiofactory y David Cely nos hablaba de su forma de trabajo mientras nos mostraba bandas de metal que él había grabado, bandas que no parecían colombianas en su sonido, siendo su trabajo lo que nosotros queríamos. Eso nos dio una motivación extra y en tres meses teníamos 5 de los 10 temas casi listos para grabar, mientras tanto invertiamos en algunas cosas para la banda como mejores equipos para grabar nuestros demos.
El fantasma de la discordia no tardó en dejar su marca... empezamos a tener diferencias entre nosotros por el tema eterno de la impuntualidad y la priorización de compromisos externos a la banda por encima de los ensayos. Esta vez de la mano de Oscar, tuvimos un último disgusto cuando él no pudo asistir a un ensayo avisándonos 30 minutos antes (previamente nos había dejado "sembrados" en otros ensayos). Yo personalmente le insistí mucho a Felipe sobre la necesidad de tener un baterista que solo estuviese dedicado a nosotros, porque bien sabíamos que por más amigos que fueramos él no era un integrante al 100% con nosotros por sus otros proyectos. Felipe lo defendió pero finalmente llegamos a una decisión como banda, debíamos ponerlo en la espada y la pared (ellos o nosotros) y si eramos nosotros debiamos reajustar compromisos de puntualidad. Hicimos una pequeña reunión donde manifestamos nuestra inconformidad, a lo que él amistosa y respetuosamente reaccionó renunciando a la banda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario